5 maneras de hacer que tus hijos odien la Iglesia
7 octubre 2012 1 comentario
- Asegúrate de que tu fe es sólo algo que practicas en público.
Asiste a la iglesia… al menos la mayor parte del tiempo. Procura estar de acuerdo con todo lo que diga el predicador; de regreso a casa reafirma lo que fue dicho, especialmente si se trata acerca de la obediencia de los hijos, pero no vayas más allá de eso. No leas la Biblia en casa. El pastor dirá todo lo que necesitas oír el domingo. No te comprometas respondiendo preguntas de tus hijos acerca de Jesús y Dios. Vive como quieras durante la semana para que tus hijos vean que no hay problema con vivir una doble vida.
- Ora sólo en frente de los demás.
Los únicos momentos en que necesitas orar son cuando tu familia está cerca, en comidas en días festivos, cuando alguien está enfermo y cuando quieres algo. No te molestes más allá de esto. Tus hijos verán que oras sólo cuando otros observan y que no hay necesidad de hacerlo en privado.
- Enfócate en tu moralidad
Asegúrate de exigirle a tus hijos que sean honestos contigo. Hazles saber que es lo correcto que ellos deben hacer, pero luego siéntete libre de mentir en tu propia vida e ignora la necesidad de decirles a ellos y a los demás la verdad. Enfádate totalmente con tus hijos cuando digan palabras que son “malas” y “subidas de tono,” pero tú escribe, lee, mira y di lo que quieras mientras ves la televisión, estas en Facebook o en Twitter. Procura enfocarte en ser una buena persona. No seas preciso acerca de qué significa ser eso.
- Ofrenda lo que puedas siempre y cuando no sacrifiques tus placeres
Haz alarde acerca del ofrendar en la iglesia. Carga sobre tus hijos el valor de diezmar, pero no te comprometas tú mismo al sacrificio. Déjalos que vean cómo gastas montones de dinero en lo que deseas, mientras te niegas al mandamiento de dar en sacrificio.
- Haz de la comunión con la iglesia una prioridad… siempre y cuando no tengas nada que hacer.
Vamos, son una familia que asiste a la iglesia, ¿verdad? Es decir, de todos modos eso es lo que le dices a tus amigos y familiares. Asegúrate de ir el domingo, pero no si te has desvelado la noche del sábado, o tienes que celebrar una barbacoa en familia, o se juega el clásico español, o si simplemente no te sientes con ánimo, o si… qué importa, si ustedes son una familia que va a la iglesia, ¿cuál es el problema?
Tomado desde The Resurgence.
Traducción libre de Oswald Chamagua para cristianismoreformado.org.
Excelente y gracias por recordarnos cosas como estas para no caer en ellas y si lo estamos haciendo dejarlas de hacer.
Que DIOS los continúe bendiciendo.