CdH-4: ¿Qué pide la Ley de Dios de nosotros?
29 mayo 2011 Deja un comentario
Cristo nos lo enseña sumariamente en Mateo 22:37-40: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetas. (a)
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La Biblia claramente nos dice qué es lo que Dios demanda de nosotros. Cualquier otra cosa que digamos resulta en mera especulación, pues no existe otra revelación de Dios y Su voluntad que la que tenemos en la Biblia. Y los mandamientos son simples: 1. Amar a Dios por sobre todas las cosas; y 2. Amar al prójimo como a uno mismo.
¿Qué otro dios de las culturas conocidas ha demandado tales cosas de sus adoradores? ¡Ninguno, que yo sepa! Y sin embargo, hacer la voluntad de Dios, tan simple que se resume en dos mandamientos, es una tarea imposible para cada ser humano. ¿Cómo es esto posible? Piensa en esto: ¿Amas a Dios? ¿Dices que sí? ¿Con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas? ¿Sí? ¿Cuántas veces le alabaste hoy? ¿Cuántas veces te pusiste de rodillas a agradecerle por Su amor? ¿En qué/quién has estado pensando la mayor parte del día? ¿Las palabras que salieron de tu boca hoy demostraron tu amor hacia Él? Y lo otro, ¿Amas a tu prójimo como a ti mismo? ¿Le ayudaste en su necesidad cuando vino a tí? ¿Hablaste bien o mal de esa persona en la oficina o el vecindario? ¿Has considerado el hablarle a esa persona de Jesucristo y de la urgencia que tiene de acercarse a Él si no quiere perecer en su maldad? Piénsalo nuevamente.
El CdH nos irá dando las respuestas para entender que no es posible hacer la voluntad de Dios sin el favor de Dios.